Egipto no es solo historia antigua. Es un destino vibrante que combina cultura milenaria, paisajes impactantes y una hospitalidad que te hará sentir como en casa. Si estás pensando en viajar a este fascinante rincón del mundo, aquí te contamos las actividades imperdibles que harán de tu viaje una experiencia única.
Una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo aún en pie. Caminar entre las majestuosas pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos es como retroceder miles de años. No olvides visitar la enigmática Esfinge y, si puedes, entrar a una de las pirámides para una experiencia aún más profunda.
Viajar por el Nilo es la mejor forma de recorrer el corazón del antiguo Egipto. Desde Luxor hasta Asuán, podrás visitar templos increíbles como Karnak, Luxor, Edfu y Kom Ombo, todo mientras disfrutas de un paseo relajante en un barco tipo crucero o en una feluca tradicional.
Ubicado en la ribera occidental de Luxor, este lugar alberga las tumbas de los faraones del Nuevo Reino. Aquí se encuentra la famosa tumba de Tutankamón, junto con muchas otras decoradas con impresionantes jeroglíficos y relieves.
¿Sabías que Egipto también es un paraíso para los amantes del buceo? Las aguas cristalinas del Mar Rojo en lugares como Hurghada o Sharm el-Sheikh son ideales para hacer snorkel, buceo o simplemente relajarte en la playa.
La capital egipcia es un torbellino de sonidos, sabores y vida. Visita el Museo Egipcio, el mercado Khan El Khalili, la Ciudadela de Saladino y no te pierdas un atardecer sobre el Nilo desde alguno de sus cafés con terraza.
Desde el Desierto Blanco con sus formaciones surrealistas, hasta los oasis de Bahariya y Siwa, Egipto ofrece aventuras inolvidables fuera de las rutas turísticas tradicionales. Puedes explorar en jeep, en camello o incluso acampar bajo las estrellas.
Tallado en la roca por el faraón Ramsés II, este templo es una obra de ingeniería impresionante. Fue trasladado piedra por piedra en los años 60 para salvarlo de la inundación causada por la represa de Asuán.
Prueba delicias como el koshari (plato nacional), falafel egipcio (ta’ameya), shawarma, ful medames y los dulces baklava y basbousa. La cocina egipcia es sencilla, sabrosa y muy accesible para los viajeros.
Una experiencia mágica en El Cairo o Alejandría: ver el sol caer sobre el Nilo, mientras el llamado a la oración resuena en el aire. Inolvidable.
Los egipcios son cálidos, orgullosos de su historia y siempre dispuestos a compartir una sonrisa o un té. Más allá de las pirámides y templos, lo que recordarás será su hospitalidad.